miércoles, 28 de noviembre de 2007

Una dupla inseparable: Ciencia y Religión

Cada vez que me detengo y miro hacia atrás, puedo ver cómo desde siempre ha podido existir muy junta (aunque algunas veces con fuertes peleas) a la par de la existencia del ser humano la inseparable dupla Ciencia y Religión.

Muchos podrán decir que es una dupla, algo así como la que formarían perro y gato, donde las treguas son escasas y la historia de su existencia es más una clara distancia entre la fe y el método científico, traducida en largas discusiones sin punto de encuentro. Sin embargo, pienso que más bien son como un par de individuos destinados a vivir juntos y con los años el uno debe acomodarse al otro y aprender a darse paso entre ellos, aunque sus raices sean muy diferentes.

Lo importante de esta "convivencia involuntaria" radica en cuál de estos dos convivientes es quién debe acomodarse a quién, y cómo es que pueden darse estos acontecimientos, algunas veces imperceptibles debido a que suceden a lo largo de la historia de forma solapada y lenta.

Así pues, la naturaleza humana y sus necesidades juegan un papel muy importante en esta historia, en la dicotomía que representa la Ciencia y la Religión.

La Ciencia se basa en la investigación y demostración de hechos, en la necesidad de aceptar una hipótesis siempre que ésta sea demostrable cuantas veces sea necesaria. El método científico representa la forma de actuar de la Ciencia, y entiéndase que como método... es también falible.

La Religión (cualquiera que ésta sea) se fundamenta en actos de fe, lo cual implica que no existe la necesidad de investigación y demostración para dar por aceptada una hipótesis.

La necesidad humana de atribuir ciertos acontecimientos a la voluntad de un ser supremo ha existido aparentemente desde siempre, existe y seguramente seguirá existiendo. Sin embargo, un fenómeno ha ocurrido en todo este tiempo: la comprobación científica ha hecho que ciertos eventos puedan explicarse claramente como hechos físicos, fisiológicos y hasta psicológicos.

Si imaginamos un todo llamado "Explicación a los hechos", siendo ese todo repartido entre lo científico y lo religioso, el fenómeno que ha venido ocurriendo es que desde la aparición del hombre el 100% de la "Explicación a los hechos" era atribuible a la voluntad divina. Al pasar del tiempo y evolucionar como especie, cuestionando las hipótesis admitidas como "la verdad" y experimentando en muchos casos, se va dando lugar a la Ciencia y este "todo" comienza a repartirse... dando algún porcentaje de la explicación de los hechos a verdades ya no religiosas sino científicas.

Antiguamente, escuchar como verdad indiscutible la frase "así lo indica la ley de Dios" o "así está escrito en el libro sagrado" era algo común y aceptado por todos. Hoy al escuchar "está científicamente comprobado" ocurre el mismo efecto... nos da la paz y tranquilidad de que estamos frente a algo contundentemente cierto, frente a la verdad.

Esta "repartición" del todo que hemos llemado "Explicación a los hechos" es ahora muy diferente a la de siglos atrás y un gran porcentaje de ese todo es ahora ocupado por la ciencia. Todo aquello que no es posible aún demostrar sigue en el terreno de lo religioso.

Sin embargo, como en muchos temas referidos a las ideas, aunque exista evidencia científica para la explicación de muchos hechos, hay quienes prefieren aceptar la explicación religiosa. Opinión respetable, pero difícilmente debatible, pues no hay más argumento que el de la fe.

Entramos entonces en un concepto al que suelo llamar "la ecuación de nuestra vida", y que es una ecuación de nuestra total elección. Dependerá de qué tanto queremos saber, de qué tanto deseamos cuestionarnos todo. Es algo como esto:

"Nuestra vida puede expresarse como una ecuación. El grado de la ecuación dependerá de qué tantas respuestas queremos tener. Pero a más respuestas, hablamos de una ecuación mucho más compleja. Para obtener más respuestas (o raices), una ecuación requiere ser de un grado mayor y por ello se hace más compleja.

Alguien que acepta que su vida pueda expresarse como una ecuación tal como X+1=0 , que es una ecuación de primer grado, tendrá respuesta para todo.... claro que serán respuestas simples, y todas relacionadas a lo mismo. Tal vez una ecuación de esta forma la tenían los primeros hombres y no dudo que hoy algunos otros aún la tengan. En algunos casos por un tema de acceso a la educación, y otros aunque educados... vencidos por el fanatismo religioso o ideológico.

Si queremos cuentionar un poquito más las cosas, podríamos llegar a ecuaciones de segundo o tercer grado, que permitirá al individuo tener algunas otras respuestas a los hechos, pero ya le habrá agregado un poco de más complejidad a su vida.... aunque la recompensa es lograr tener mejores respuestas.

Al otro extremo encontramos a los individuos que invierten su vida en seguir buscando respuestas, ya que han elegido vivir una ecuación de muy alto grado... Tendrán respuestas a todo y todas muy comprobables, "científicamente comprobadas" ... pero su vida será bastante más complicada, y tal vez no disfuten de las cosas más simples.

Un tema importante que hay que mencionar, es que los individuos interactúan más natural y fácilmente cuando los grados de su ecuación son cercanos. Esto es, se vuelve imposible que alguien cuya vida es una ecuación de grado uno pueda interactuar con facilidad con alguien cuya ecuación es de grado muy alto.

Nosotros elegimos, de alguna manera, el grado de la ecuación de nuestra vida... Esto tiene que ver mucho con Ciencia y Religión, con conocimiento científico y aceptación ideológica, social y/o religiosa, con acceso a la cultura y oportunidades...

En el extremo más simple : El fanatismo y en el extremo más complejo : Le inmolación Científica. "La inmolación", porque significa dejar la vida, la interacción con los demás, la familia, la sociedad... por la búsqueda de la verdad científica."

Es probable que en nuestro planeta, un gran porcentaje (más del 50%) cubra el lado izquierdo de esta idea : "las ecuaciones más simples". Y de hecho, mucha gente vive de eso... de los individuos de ecuaciones más simples.... pero ese es otro tema, del que me gustaría hablar en otro artículo...

Otro grupo, algo menor, se ubica seguramente en una posición intermedia, con ecuaciones algo más complejas... pero equilibrando la posibilidad de no dejar de vivir, de interacción social, familiar y hasta religiosa.

A la pregunta inicial de quién se acomoda a quién, en esta dupla Ciencia y Religión, considero que ha sido la Religión la que ha tenido que acomodarse constantemente a la ciencia, teniendo que aceptar ciertas verdades y entender de otra forma algunos temas antes considerados herejía.

Vivimos hoy en un período en la historia del ser humano en el que se vive un acelerado proceso de avance científico y la Religión en general requiere reacciones rápidas para adaptarse a este avance. Así, temas como la clonación que hoy es considerado una intromisión a la voluntad de Dios.. habiendo calificado este hecho como "Jugar a ser Dios"... en algunas décadas más será aceptado, y tal vez el argumento sea "Dios usa al hombre como instrumento para crear". Es una constante adaptación y convivencia... Si no hay adaptación rápida, se transformará en fanatismo y todo fanatismo tiene un único destino... Desaparecer. Por tal motivo, las religiones de una forma natural se adapta, a lo que de forma algo sarcástica podemos decir "evoluciona" o "se adapta al medio" (haciendo mención a la teoría de la evolución de Darwin).

Así, concluyendo.... Los extremos de nuestra línea de ecuaciones son totalmente excluyentes e incompatibles. Pero, hemos aprendido muchos a vivir entre ambos extremos... entre Ciencia y Religión. Vamos al médico y nos operamos si tenemos algún mal... y a la vez rezamos para que nos sanemos. Aceptamos el concepto de la Gran Explosión y que todo cuanto se formó nació de allí, pero en muchos casos se considera que esa gran explosión fue voluntad de Dios, y que él ha sido siempre el supervisor y creador de las leyes físicas existentes.

La necesidad del hombre de ser un ser social, hace que estemos siempre parados en la mitad de esa línea de ecuaciones y con cierta tendencia a irnos hacia el lado izquierdo...

¿Es más felíz el que menos se cuestiona?¿Es más felíz el que tiene más respuestas?... Somos parte de todo esto... Ciencia y Religión... constituye una dupla que resume el pensamiento humano y su manera de vivir.